lunes, 22 de julio de 2013

Pedro Verdaguer Saurina


Hijo de Isidro y de Dolores, nació en Manlleu (Barcelona) el día 24 de octubre de 1908. Era el último de cuatro hermanos, que quedaron huérfanos de padre desde 1909. Por esta condición y “careciendo su madre de medios para atender debidamente a su instrucción”, el 24 de agosto de 1918, a los diez años, ingresó en el colegio de Huérfanos de Sant Julià de Vilatorta. Pedro, por su inclinación a la vida religiosa, formaba parte del grupo de preaspirantes , que atendía espiritualmente el P. Cristóbal Viñuela. El 13 de mayo de 1922 salió de Sant Julià para ingresar al colegio Nazareno de Blanes.

Al completar las humanidades, Pedro pidió el ingreso al noviciado, vistiendo el hábito el día 23 de septiembre de 1923 en el colegio-noviciado Sagrada Familia de Les Corts, bajo la guía del padre Ramón Oromí, como maestro, haciendo la primera profesión al siguiente año. En el escolasticado de Les Corts, siendo el padre Fidel Fons prefecto de escolares, realizó todos sus estudios eclesiásticos, destacando también, según testimonio de algunos de sus hermanos, los frutos de sus admirables dotes artísticas y literarias.

Hizo las prácticas de enseñanza en el colegio Nazareno de Blanes, durante el curso 1927-28, como auxiliar del prefecto de aspirantes y en el curso siguiente en el colegio San Luis de Begues. Hizo su profesión perpetua el 17 de septiembre de 1931. Promovido en Barcelona a las sucesivas órdenes sagradas, fue ordenado sacerdote  el 20 de febrero de 1932, juntamente con los padres Jaime Puig, Miguel Barrachina, Enrique Minobis y José Llauradó en la capilla del palacio episcopal.

De su personalidad destacan su bondad y cordialidad, su férrea voluntad y regio carácter, la austeridad de su vida y su continua exhortación a amar la castidad y la pureza, como virtudes fundamentales de los Hijos de la Sagrada Familia. Con la fuerza de su vida ejemplar, instaba de palabra a la perfección en la vida religiosa. Era afable, alegre, atento a los pequeños detalles y reglas de urbanidad. El amor que profesaba a la Iglesia y al Instituto lo mantenía despierto, sereno y decidido.

Habiendo casi terminado sus estudios de magisterio, fue destinado al colegio Jesús, María y José de Sant Andreu y luego al colegio de San Ramón de Vilafranca, como secretario, debiendo salir de allí con el resto de la comunidad, ya en mayo de 1936, cuando el Ayuntamiento incautó el colegio. Pasó provisionalmente al colegio San Luis de Begues, junto con otros sacerdotes y un grupo de 9 novicios, estando destinado para la delegación argentina y con los papeles en regla para embarcar el día 21 de julio de 1936.

El día 17 de julio bajó a Barcelona para ultimar los papeles y los preparativos para el viaje y, ya en Sant Andreu, se encontró con el ambiente revuelto. Regresó al colegio y, en vista de los acontecimientos que se sucedían, los padres se distribuyeron en diferentes casas de algunos amigos y conocidos. Como la familia en donde estaba tenía miedo de algún registro y todos los conocidos escabullían la responsabilidad, tras mucho pelear y arriesgarse, consiguió un pase de gobernación, controlado por el comité y pudo llegar a Vic y a Manlleu, en donde trabajaban sus hermanos, a finales del mismo mes de julio.

Después de muchas dificultades, idas y venidas, permaneció oculto en casa de los suyos.  Por sus hermanos, supo que lo tenían señalado y vigilado. Entonces decidió cruzar el río Ter de noche y salir de allí en dirección a Barcelona. Según el testimonio del padre Juan Morató,  probablemente el día 15 del mes de octubre de 1936, en un registro efectuado por la FAI en la pensión donde se camuflaba, fue aprehendido, declarando noblemente su condición de religioso y sacerdote, y cayendo bajo el plomo cobarde de sus asesinos en el cementerio de Moncada, luego de haber sido llevado a la cárcel del convento de San Elías. Contaba con 28 años de edad y 12 de profesión religiosa. Sus restos mortales no fueron identificados y se inscribió su desaparición en el Juzgado n° 8 de Barcelona.

José Vila Barri


Hijo de Juan y de Iluminada, nació el día 14 de abril de 1910 en Camprodón (Girona). Era el mayor de tres hijos y el único varón. Quedando huérfano de padre y en una difícil situación económica, le fue concedido el ingreso en el Colegio de Huérfanos de Sant Julià de Vilatorta a los 11 años por petición de su abuela. Allí completó la enseñanza primaria y fue cultivando una vocación religiosa y sacerdotal que unos años más tarde, con su ingreso al colegio Nazareno de Blanes el 25 de julio de 1925, asumiría en nuestro Instituto de Hijos de la Sagrada Familia. Vistió el hábito el 25 de septiembre de 1927 en el colegio Sagrada Familia de Les Corts, a manos del P. Luis Tallada, Superior General, e inició el año de noviciado junto con Pedro Ruiz, Francisco Saborit, Ramón Jordà y Bernardo Serra, entre otros. El día 26 de septiembre de 1928 hizo su primera profesión, frecuentando en los años siguientes sus estudios eclesiásticos en el escolasticado de Les Corts y siendo su prefecto el P. Ramón Oromí, Maestro suyo también durante el noviciado.

Profesó perpetuamente el 20 de septiembre de 1935. En Barcelona recibió la tonsura y las primeras órdenes y fue promovido sucesivamente el diaconado, que tuvo fecha el 17 de diciembre de 1935. El 7 de marzo de 1936 fue ordenado sacerdote, en Girona, junto con los padres Mariano Ruiz, Roberto Montserrat y José Pairó. Cantó su primera misa en la capilla del colegio de Loreto de Les Corts. Como minorista, había hecho las prácticas de enseñanza en los colegios de Huérfanos de Sant Julià y Santa María de Blanes. En los pocos años de su ministerio sacerdotal, manifestó una gran estima y gravedad en su porte, en el modo de hablar y, sobre todo, en la celebración de la eucaristía.

La revolución de 1936 le sorprendió haciendo las veces de superior y prefecto de escolares de 12 filósofos en la residencia de Mas Loreto, Mosqueroles, con el teólogo Pedro Ruiz como viceprefecto y el coadjutor Domingo García. Por el párroco del lugar y la radio se enteraron de lo que sucedía en varios puntos de la península. El día jueves, 22 de julio, por la mañana, tras el aviso de la llegada de un grupo de comunistas en el pueblo para saquear las casas y quemar la parroquia y la residencia, la mayoría se dispersó por el bosque, permaneciendo escondidos en casas amigas durante dos semanas.  El padre Vila tuvo que proveer, en aquellas graves circunstancias  y sin poder comunicarse con el P. Samá, Superior General por aquel entonces,  a la seguridad y alojamiento de todos. Fue el último en abandonar la residencia  cuando ya se habían dispersado los otros, estando dispuesto a ofrecerse el primero con tal de poner a salvo a los demás. El único pase que logró conseguir lo cedió al hermano Juan Sierra para que pudiera llegar hasta Barcelona y ampararse en el consulado norteamericano.

En la madrugada del 2 de agosto, el padre Vila, con los hermanos Casimiro  Roca y Pedro Ruiz, emprendió viaje, a pie, hacia Vic. Allí se hospedaron en casa de su hermana Isabel, mientras les obtuvo nuevos pases y pasaje hasta Manresa, quedando el padre Vila en su casa hasta el día 20 de septiembre, en que fue detenido. Desde primeros de aquel mes, había acudido también a refugiarse allí el padre Buenaventura Belart, escolapio, pariente suyo, que también fue detenido aquel mismo día. Días más tarde, luego de haber sido informada del desenlace, su hermana misma precisó que ambos sacerdotes habían sido asesinados en la noche del 21 al 22 del mismo mes de septiembre. El padre Vila contaba con 26 años de edad y 8 de profesión religiosa. En 1942, en el Juzgado de Barcelona, se inscribió su desaparición.

Segismundo Sagalés Vilà

Era hijo de Juan y de Mercedes, nació en Vic el 1 de mayo de 1888 y fue bautizado el día siguiente en la parroquia catedral  donde se le impusieron los nombres de  Segismundo Ramón y Pedro. Tenía cuatro hermanos. Su padre falleció  el 16 de marzo de 1896. Luego  su madre mercedes solicito el ingreso de Segismundo en el colegio de huérfanos pobres de Sant Julià. Y teniendo una certificación del párroco de la catedral de Vic fue aceptado e ingreso al colegio el 16 de  julio de 1898. Luego murió su madre el 7 de febrero de 1899.

Luego de cinco años de permanecer en  el colegio y sintiéndose movido por el ejemplo de los superiores y  profesores sintió la llamada de Dios a ser religioso y solicito el ser admitido al colegio nazareno de Blanes, hacia donde se dirigió el 7 de diciembre de 1903 como aspirante coadjutor. Allí completo su formación humanística,  y religiosa, vistió el hábito religioso del instituto e inicio el año de noviciado el 3 de mayo de 1908. Hizo su  primera profesión religiosa el  3 de mayo de 1909.

El hermano Segismundo  era alto, imponente, fuerte y de muy buena índole, era muy disciplinado y paciente, de carácter alegre y optimista. Y aunque tenía cáncer en el cuello siempre permanecía con el mismo comportamiento. Era un buen religioso. Seguía con fidelidad los  actos de comunidad  y en la oración constante encontraba  las fuerzas para superar el mal  que le aquejaba. Tuvo siempre a su cuidado una clase de párvulos, era un maestro ideal para los pequeños. Las familias querían que sus hijos fueran a la clase del hermano Sagalés. 

En 1936 el hacia parte de la comunidad del colegio Jesús, María y José de Sant Andreu, y como todos los de la comunidad tuvo que ponerse a salvo de la persecución. En esa situación en la familia donde estaba refugiado también se les dio a guardar los restos mortales del Padre Manyanet, y ante la preocupación de que los restos cayeran en poder  de los perseguidores, el hermano Sagalés, con mucha responsabilidad,  procedió entonces con la ayuda de la familia a la incineración de los restos del  siervo de Dios.

Después de la incineración de los  restos, para no poner en riesgo las familias  ni las cenizas del padre Manyanet, salió de esta familia, y acompañado por una de las señoras de la  familia se fue hacia Vic,  pero después de un registro que les hicieron  sin piedad, se dieron cuenta de que  algunos espías los estaban siguiendo, pero de todas formas tomaron el tren y siguieron su camino.

Una vez estando en Vic  el hermano Sagalés se quedó en casa de unos sobrinos y después de unos días paso a la casa de una sobrina. Allí fue detenido el 8 de septiembre de 1936, junto con el señor Marcos Terradellas, organista de la iglesia de la soledad de igualada, fueron  así conducidos hacia  la carretera de Vic ha Manresa, y allí los asesinaron  en el lugar  llamado Matavacas  ese mismo día. Contaba 48 años de edad, 27  de profesión religiosa.